Crear álbumes de Facebook en tres pasos

Iñaki Berenger, emprendedor español, es el CEO y cofundador de un proyecto empresarial muy innovador que tiene como fundamento trasladar el material fotográfico digital que el usuario tiene distribuido por las distintas redes sociales a un documento analógico y tradicional como es un álbum de fotos casi como los de toda la vida.
Su criatura se llama Pixable y tiene muy poca vida. Su lanzamiento oficial tuvo lugar el pasado 13 de octubre y se presentó ante los medios de Nueva York como la herramienta que permite a los usuarios crear e imprimir álbumes de fotos desde su perfil de Facebook.
La idea es sencilla. Cualquier usuario puede seleccionar sus fotos en esta red social, así como aquellas en las que sus amigos le han etiquetado y, a partir de ahí, construir un álbum en papel. Además, puede utilizar todas las imágenes que tenga en diferentes plataformas sociales como Flickr o Picasa.
Una vez que se han seleccionado las fotos (a través de la cuenta/perfil en Facebook) y se ha elegido el diseño del álbum, el internauta podrá tener su documento en poco tiempo (unas tres horas). En caso de querer una versión de mayor calidad, el tiempo de espera se sitúa en torno a unos tres días. Y todo ello a un precio muy asequible, entre 6,95 hasta 24,95 dólares, según las tarifas que se recogen en la web.
Según cuenta el otro socio fundador de Pixable, Andrés Blank, en un comunicado remitido a los medios, esta iniciativa se ha materializado después de un viaje a Japón, durante el que se tomaron miles de fotos y «cada uno de nosotros subió las mejores imágenes a Facebook. Cuando la gente empezó a etiquetarlas y añadir comentarios pensamos ¿sería descabellado crear un álbum con las fotos que todos hicimos en Japón y que se colgaron en Facebook?». Fue entonces cuando Blank y Berenguer decidieron dar el paso de lanzar este editor de fotos, pues, como recuerdan, la red social de Mark Zuckerberg en el mayor repositorio fotográfico de la Red, con más de 20 billones de imágenes y la cifra sigue creciendo. Todo este material, a su juicio, tenía que aprovecharse y ofrecer a los usuarios la oportunidad de llevarse este contenido digital al mundo analógico y que mejor para ello que un álbum.